Los individuos nacidos bajo el signo de Tauro son posesivos y amantes de la seguridad. Venus les confiere una gran sensualidad. Gustan de la buena mesa y, exagerados en sus hábitos alimenticios, pueden caer en la gula. Suelen ser higiénicos y también diplomáticos natos.
21 abril al 20 de mayo
Los hijos de Tauro sienten un gran apego a la propiedad y a los bienes materiales en general, pues necesitan de ellos para lograr el sentimiento de seguridad sin el cual les sería imposible vivir.
Por esta causa están dotados de la tenacidad y constancia más acentuadas entre los signos del zodíaco, que les hace alcanzar cualquier meta que se propongan en su vida. Son por naturaleza metódicos, prudentes y concentrados en sus intereses.
De carácter flemático y lentos en sus maneras. Detestan y temen el riesgo en cualquier acción o empresa que lleven a cabo. Son celosos y adictos a controlar todo lo que les rodea como medio de proteger su indiscutible seguridad, lo que les hace demasiado posesivos la mayoría de las veces.
Respetuosos de la tradición (propio de su mente conservadora), son cumplidores de las reglas y convenciones sociales del grupo en que viven.
Frecuentemente moralistas, honrados, cautelosos y propensos a escuchar consejos, aunque una vez resueltos a actuar son tercos y obstinados como ningún otro.
Su sentido de la seguridad les impulsa mayormente a invertir en bienes inmuebles, lo que les puede garantizar un buen status de vida.
Producto de la terquedad y dogmatismo naturales de estos nativos, es necesario que se les eduque convenientemente, pues cuando adquieren un hábito se acomodan a él y les cuesta mucho renunciar al mismo.
Son cariñosos y encantadores cuando aprecian a alguien, pero a la vez celosos y posesivos. Los nativos de Tauro, como todos los signos de tierra, crean una gran coraza a su alrededor para proteger su intimidad y susceptibilidad.
Esto les hace introvertidos, cautos y poco dados a manifestar espontáneamente sus sentimientos hasta no tener plena confianza y seguridad de correspondencia.
En ellos prácticamente todo es lento y jamás se precipitan ni se dejan llevar de sentimientos. Poseen una gran intuición y olfato para los negocios.
En cuanto al matrimonio, Tauro considera y necesita la seguridad de lo eterno como en todo cuanto hace. Deseando siempre que cualquiera de sus conquistas (tanto en lo material como en lo espiritual), sean duraderas e irrevocables, incluso existen los que prefieren la vida de soltero por no creer que su matrimonio pudiera reunir estas condiciones.
Deshacer su familia sería quizás el más duro golpe que le asestara el destino. Dentro de su familia se comporta de forma apegada y protectora, educando a todos en el espíritu de seguridad y prudencia del que ellos son devotos.
Los nativos de Tauro son celosos con todo lo que consideran propio, ya sea material o sentimental. Son respetuosos porque desean ser respetados y esperan que la vida sea un fiel reflejo de su bondad.
En cuanto a la vocación de Tauro existen dos vertientes (aunque pudieran existir las dos o alguna mezcla de ambas), que consisten en la rama económica, especulativa o comercial y otra, la artística.
En la rama de las finanzas pueden desarrollarse plenamente a través de los bancos, las empresas financieras, la administración o cualquier otra relacionada con el dinero, su uso y los movimientos del mismo.
Por otra parte, en la rama de las artes su vocación está fundamentalmente ligada a la plástica y el canto. Ya he hecho mención de su olfato para las cuestiones relacionadas con los negocios e inversiones de cualquier tipo, pero también diré que como temen el riesgo, prefieren la prudencia en sus acciones que, aunque a largo plazo, trae resultados seguros y no así los negocios brillantes y de corto plazo, pero inseguros.
Tauro prefiere poco, pero todos los días y sin falta. Se adapta a la rutina, es metódico, resistente y perseverante en el trabajo.
En cuanto a los niños de este signo zodiacal, es preciso que en su educación esté presente el hecho de vigilar su afán posesivo, que puede convertirles en egoístas y avaros en la adolescencia.
Su adicción natural a la disciplina puede hacerlo un alumno magnífico y si se le presta la debida atención, la educación puede hacer milagros en él. Se dice que este signo será un ejemplo claro de la educación que reciba, cosa que jamás debe descuidarse en estos niños.
Los nativos de Tauro como padres, han de tener en cuenta que no siempre los hijos estarán de acuerdo con sus ideas, inspiradas en el espíritu conservador y tradicionalista y que no todos los niños soportan una disciplina férrea como en el caso de ellos mismos.
También han de vigilar su tendencia a complacer todos los caprichos materiales de sus hijos y, más aún, han de entender que no sólo es necesario la educación a nivel material, sino que deben aportarles el factor de la comprensión y flexibilidad, que no es precisamente una virtud en los nativos de Tauro.
El aspecto médico de los nacidos bajo este signo, hace referencia fundamentalmente a las enfermedades relacionadas con la zona del cuello, específicamente desde la mandíbula inferior y los oídos, hasta debajo de la nuez (que es la zona regida por este signo), por lo que las enfermedades típicas de los nativos de Tauro son principalmente los padecimientos de la garganta, nariz y oídos, como pueden ser la amigdalitis, faringitis, laringitis, etc.
Pudieran presentar también trastornos de cuerdas vocales o cualquier otra anomalía del aparato del habla.
Por la oposición de este signo con el de Escorpio suelen tener trastornos del sistema sexual, recto, colon y ano, siendo posible las hemorroides y las infecciones del antedicho sistema y cualquier otro trastorno de la salud relacionado con esta zona.
En la mujer de Tauro son frecuentes las afecciones vaginales, los trastornos menstruales y la menopausia precoz.
Como resumen de las características de este signo comentaré ahora la cuestión Kármica que corresponde a los que nacen bajo Tauro, materia que pertenece a la astrología esotérica y que es importante para el conocimiento de sí mismos, pues es la parte de la astrología que explica, entre otras cosas, el porqué de nacer bajo determinado signo.
El hecho de encarnar cuando el sol (que simboliza el espíritu, ego, ahankar o Atman), transita el segundo signo del Zodíaco (que es de tierra y por ende material), explica la idea del hombre enfrentándose al mundo de la materia grosera.
De aquí que los hijos de este signo se aferren a la conquista de los bienes materiales, la propiedad y la riqueza como forma de controlar su bienestar y felicidad sobre la tierra, siendo ésta la vivencia y experiencia fundamentales que otorga a sus vidas el nacimiento en Tauro y por la misma causa, el destino que deben enfrentar para trascender el sentimiento de apego al mundo físico y sensual reconociendo así que la "dicha" no puede hallarse aunando y amando lo que es finito.
En resumen, la experiencia fundamental de la vida de los nacidos en Tauro consiste en reconocer que el mundo físico y todo lo que los sentidos puedan concebir es finito y mutable y que por tanto no pueden reportar la felicidad eterna.
